Conservación
Los murciélagos son animales fascinantes. Son ejemplos vivos de la evolución biológica: los únicos mamíferos que han desarrollado el vuelo batido. Además, han sido capaces de inventar la ecolocación, que les permite ver de noche a través del eco de sus emisiones ultrasónicas.
A pesar de su injusta mala fama debido a tantas películas y novelas de terror, son animales muy beneficiosos para mantener el equilibrio del medio natural y para nuestros propios intereses, ya que se alimentan principalmente de insectos, muchos de ellos perjudiciales para nuestros cultivos y bosques (plagas de mariposas, escarabajos, etc.) o incluso para nuestra salud, al transmitir enfermedades (mosquitos y otros insectos hematófagos). La elevada tasa metabólica de los murciélagos requiere que coman gran cantidad de estos artrópodos, contribuyendo al control de las poblaciones de insectos.
En España viven más de 30 especies de murciélagos. Algunas de ellas son capaces de migrar, y la península ibérica es zona de hibernación de numerosos quirópteros de origen europeo. Como ejemplo, baste indicar que en Navarra se ha registrado una de las migraciones más largas de murciélagos del mundo, gracias al hallazgo de un individuo proveniente de Letonia.
Sin embargo, los murciélagos tienen una tasa reproductora muy reducida: generalmente sólo una cría por hembra y año. Esto hace que sus poblaciones sean muy vulnerables ante peligros para su supervivencia. Muchos de estos problemas provienen del hombre. Entre las amenazas más destacadas sobresalen los parques eólicos, las transformaciones del hábitat, los pesticidas, las restauraciones de edificios-refugio, la tala de árboles con oquedades, el atropello en carreteras y la muerte de individuos por vandalismo.
En las últimas décadas se han observado reducciones de sus poblaciones en prácticamente todo el mundo debido a las actuaciones humanas. Por ello, todas las especies de murciélagos de España están protegidas y casi la mitad de ellas se consideran amenazadas.
Contrariamente a lo que se ha difundido en redes sociales y en muchos medios de comunicación, los quirópteros no transmiten la COVID.
Los murciélagos europeos son animales inofensivos, que no atacan a los humanos y que nos prestan servicios ecosistémicos de gran valor.
Para conservar las poblaciones de murciélagos en zonas sin abrigos naturales, instalamos cajas y casetas refugio que pueden ser ocupadas por especies arborícolas, fisurícolas o cavernícolas. También realizamos revisiones periódicas de estos refugios, para conocer su efectividad y mantenerlos en buen estado de conservación.
Además, llevamos a cabo actividades de divulgación dirigidas a todos los públicos: charlas y batnights en las que comentamos el papel de estos animales en el medio, su asombrosa biología o su estado de conservación y salimos al campo para observarlos y escucharlos.
Por último, realizamos trabajos de asesoramiento en la realización de planes de ordenación forestal y de gestión de cavidades y de espacios naturales.